Higiene del sueño
- Katerine Usiña
- 3 jun 2020
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 15 ago 2020
El hábito de dormir sufre una serie de alteraciones según avanza la edad y es habitual que se vayan acortando las horas de sueño. Esto se debe a diferentes cambios en el organismo y a una reducción de los niveles de melatonina (hormona que regula el ciclo del sueño). Además, en general, las personas mayores tienen un sueño menos profundo y más entrecortado, de forma que es muy común que una persona sana de 70 años se despierte varias veces durante la noche.
Tener un horario fijo diario (toda la semana) para acostarse y levantarse.
Estar en la cama solo el tiempo suficiente, ya que permanecer durante mucho tiempo aumenta la posibilidad de que se produzca un sueño fragmentado y ligero.
Usar la cama solo para dormir: no ver la televisión, ni escuchar la radio, leer, etc.
No tomar siestas (después de comer, en casos concretos se puede hacer una siesta de no más de 20-30 minutos).
Evitar la cafeína y la teína, ya que por la tarde alteran el sueño.
No consumir tabaco y alcohol en la medida de lo posible, ya que además de sus efectos negativos para la salud interfieren en el sueño.
Practicar ejercicio durante al menos una hora al día, preferentemente por la tarde y siempre al menos unas 3 horas antes de acostarse.
Mantener el cuarto donde se duerme a una temperatura adecuada, niveles mínimos de luz y ruido.

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